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Cómo escribir un cuento terapéutico

En un artículo anterior hablé sobre el uso de cuentos en psicoterapia. Allí presenté una mirada general, sobre cómo, a través de la historia de la humanidad, se han utilizado relatos para educar, transmitir valores, y “curar”.

Como humanidad, hemos construido una enorme colección de obras literarias, de autoría, o recopilatorias de cuentos populares. En muchas nos hablan del hombre y de sus problemáticas fundamentales. Pero también, nos conectan con la belleza, o simplemente nos entretienen. Algunas de esas obras han trascendido diferentes culturas y épocas.

La funcionalidad de la literatura

Niño leyendo

Sin embargo, en la historia de la producción de libros para niños, ha existido una tendencia a juzgar la producción literaria en función de la adecuación a fines educativos o de transmisión valórica. Incluso, muchos autores han creado libros específicamente para estos fines.

Esta orientación sobre la utilidad de la obra se ha trasladado al ámbito psicoterapéutico.

Cuentos terapéuticos

Es así como, dentro de las técnicas para el trabajo con cuentos en terapia, una estrategia usada en psicoterapia infantil, es la de la escribir un cuento terapéutico, específico para trabajar algún objetivo del proceso. Son cuentos que el terapeuta escribe, a propósito, para un determinado consultante. Esto lo hace creando un relato orientado a tratar una temática particular. Para propiciar la identificación del niño o niña con la historia, toma elementos de su vida cotidiana y los símbolos que éste usa en sus juegos y conversaciones.

La utilidad de escribir un cuento terapéutico, reside en que el niño se identifica con un personaje que experimenta sentimientos y vivencias negativas, se conecta con su dolor, y, en el transcurso de la historia va encontrando la solución. Así, permite ofrecer una solución sin invalidar la experiencia.

Razones para escribir un cuento terapéutico

Si en la historia de la humanidad se han escrito tantos relatos, muchos de ellos excepcionales. Si existen tantos libros que nos permiten reflexionar sobre tópicos fundamentales ¿Para qué crear un cuento nuevo?

Desde el punto de vista de la terapia narrativa, las personas, naturalmente construimos historias sobre nuestras vidas y relaciones, mediante las cuales atribuimos significados a diferentes aspectos de nosotros mismos, y de nuestra relación con el mundo que nos rodea.

Desde este enfoque teórico, los problemas psicológicos y los síntomas, se anclan en este mundo de significados. Así, como estrategia de abordaje, se trabaja en el fortalecimiento de los relatos alternativos a esa historia predominante, que el o la consultante, y su familia, se cuentan. Esto permitiría cambiar los significados, emociones y pensamientos que articulan aquellas problemáticas.

Desde este enfoque, estos relatos alternativos se fortalecen a través de la co- construcción con la familia o la persona consultante.

Así, el mismo proceso terapéutico se sostiene en estas narraciones, que son particulares. Escribir un cuento terapéutico es, mirado de esta forma, una construcción compartida con el consultante, aunque el terapeuta le de la forma y contenido final.

El escribir un cuento terapéutico es parte natural del proceso de psicoterapia, e implica la utilización del particular mundo de significados que ocurre en ese espacio.

Esto, por supuesto, no excluye la utilización de relatos ya existentes, sobre todo si aportan información relevante para reformular los significados presentes. Pero, por sobre todo, se pone de relevancia la riqueza del imaginario del propio consultante.

Cómo escribir un cuento terapéutico

Los cuentos terapéuticos los pueden escribir los mismos niños, guiados por el terapeuta, o en conjunto con ellos, a través de la propuesta de diferentes actividades. Sin embargo, en este artículo, nos enfocaremos en los cuentos que el terapeuta escribe.

En el proceso de psicoterapia, el terapeuta atiende al problema y al malestar que este genera, y al relato que se encuentra a la base de este sufrimiento. Pero, además, se orienta a mirar los aspectos saludables y los recursos. Entonces, puede redefinir la historia incluyendo estos recursos, y devolverla al consultante y a su familia, en la forma de un relato metafórico que integra tanto los elementos de salud como de enfermedad.

Los pasos que describo a continuación, resultan de la integración de diferentes enfoques que he revisado en el transcurso de mi formación y experiencia. No constituyen una guía definitiva, sino una estructura que puede facilitar el escribir un cuento terapéutico. Cada escritor definirá el proceso que mejor se ajuste a su particular experiencia y requerimientos.

Las vivencias del niño

1. Rescatar la información

Escribir un cuento terapéutico es algo que se reliza una vez se ha avanzado en el proceso diagnóstico, y se han recopilado el mayor número de significados, pensamientos, y emociones atribuidas. Se debe tener clara la historia que cada niño o niña se cuenta sobre el problema, las soluciones que ha intentado, los sentimientos y pensamientos que le genera, cómo actúa su familia al respecto, y toda la información que se considere relevante.

Además, se debe prestar particular atención a las metáforas que el o la consultante y su familia usan para describir lo que le sucede, sus gustos y conocimientos del mundo. Lo que le interesa, sus juegos favoritos y características generales de personalidad. Esto nos dará material valioso para escoger la simbología que mejor se ajuste a cada caso.

2. Tener claro el objetivo

Vamos a prescindir de los clásicos, así como del gran volúmen de literaruta infantil disponible, porque necesitamos un cuento específico. Entonces, el primer paso consiste en tener claro el objetivo terapéutico que vamos a trabajar. El cuento que creemos, debe estar perfectamente alineado con éste.

3. Definir el desenlace al que se quiere llegar

Si, hay que partir por el final. Ya que nuestro cuento tendrá un objetivo terapéutico claro, lo primero es describir ese objetivo en torno a un desenlace, en el que se logra esa meta.

Este desenlace, debe incluir la utilización de los propios recursos del niño o niña, y también los recursos familiares. Es importante, a su vez, que sea una resolución posible del conflicto, factible para el consultante (aunque se encuentre en el contexto de una historia fantástica).

El describir este desenlace (aunque no lo escribamos aún), nos permitirá tener una idea más clara de las opciones que disponemos para llegar a él, como los cursos de acción y personajes necesarios de construir.

4. Crear los personajes

A la hora de construir los personajes, es importante buscar elementos y características similares a los del niños o niña, que le permitan favorecer la identificación con el héroe protagonista de la historia. Sin embargo, es necesario que estos elementos no sean obvios o evidentes, para mantener la distancia emocional necesaria.

Puede resultar útil, dependiendo del objetivo de cada caso, que los cuidadores principales (padres y otros), aparezcan como personajes que tengan un rol relevante como apoyo a este héroe.

Es de suma importancia, hacer una descripción detallada en la historia, de las emociones y sentimientos que tiene cada personaje, y que estos sean los que vivencian el o la consultante. Esto no sólo ayuda a la identificación, sino que permite la validación emocional, además de aumentar la conciencia y elaboración de los sentimientos presentes.

5. Metáfora, viaje y resolución

Es importante que esta metáfora sea construida en base a elementos conocidos por el o la consultante, y para esto es importante el punto 1, en que se recopila suficiente información sobre el niño y su medio. Por ejemplo, si vamos a utilizar la metáfora de la nieve, es importante que el niño o niña tenga una experiencia con ella. Cuanto más conocimiento y experiencia tenga el o la consultante, con los elementos que elegimos para la representación simbólica, mayor será su efecto como descriptor del problema, ya que podrá hacer un mayor número de asociaciones.

Entonces, para escribir a través de esta metáfora, es necesario respetar la siguiente estructura:

  1. Presentación de la metáfora: De forma simbólica, relatar las emociones, pensamientos y conducta que representen un problema para el niño o niña.
  2. Descripción del viaje: el protagonista de la historia, presentado simbólicamente, transita por algún desafío, obstáculo o problema.
  3. Reslución: el protagonista, con la ayuda de otros o solo, logra resolver de forma positiva el problema, supera el desafío u obstáculo, Es aquí donde el terapeuta describe el desenlace terapéutico.

6. Incorporar belleza a la visión de mundo

Este no es un paso en sí, y tampoco debería prestarse atención a él sólo al final de la elaboración del texto. Pero resulta importante de destacar.

Para que una historia sea placentera de leer, debe ser estéticamente atractiva. La capacidad de organizar la infromación que el niño o niña trae, de una forma armoniosa, permite que esa armonía sea internalizada también.

La capacidad de terapeuta de escribir un relato más bello que los que el o la consultante traían, permite potenciar los aspectos saludables de éste.

Mirado así, la belleza es un indicador de salud.

Otras consideraciones

Con la estrucutra y fundamentos descritos en los apartados anteriores, se podría construir un relato con características terapéuticas.

Aunque también es útil considerar los siguientes tópicos:

  • Que sea un cuento adecuado a la etapa del desarrollo del niño (desarrollo cognitivo. moral, emocional y temáticas normativas)
  • Evitar personajes estereotipados (cultura, roles de género, etc.)
  • Un recurso importante puede ser el incorporar la posibilidad de que el niño o niña construya finales alternativos, o construya el final de la historia, con la guía del terapeuta. También incorporar preguntas dentro del relato, que permitan la reflexión
  • Incorporar elementos visuales como dibujos o recortes, que completen el relato

Referencias para terapeutas y curiosos

  • Arlen Sarabia: Había una vez… Estrategias para usar y crear cuentos en psicoterapia infantil (Versión para Kindle)
  • Susan Perrow. Therapeutic Storytelling: supporting the capacity of children through the realms of imagination (artículo web)
  • Diana Rico Norman. Terapia narrativa y cuentos terapéutico (artículo web)