Luego de trabajar en la publicación anterior de este blog, decidí que necesitaba investigar más sobre el viaje del héroe, que describe Joseph Campbell.
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En un anterior artículo compartí un ejercicio para la construcción de una historia de superhéroes en terapia. La idea es fomentar la resiliencia en nuestros consultantes, a través de la percepción de sí mismos como supervivientes a situaciones difíciles. Más allá del dolor vivido, estas situaciones les habrían permitido la adquisición de cualidades que les servirían para la vida.
Yo había leído en algún momento de mi vida textos que mencionaban a J. Campbell, y su idea de que todas las mitologías en el mundo describen este viaje del héroe. Además, que este mito universal responde a una estructura de la psique, que nos hace concebir nuestra historia vital, a través de esa simbología.
Pero esa publicación despertó mi curiosidad y deseé tener una comprensión más profunda del tema.
Aquí les comparto ese proceso. En primer lugar, haré un breve resumen de los conceptos clave. Luego compartiré algunas reflexiones sobre cómo la literatura infantil permite ahondar en ese aspecto de la psique en nuestros consultantes, y cómo eso nos entrega oportunidades para la intervención clínica.
Mi idea, sin embargo, no es la de explicar de forma acabada la obra de este autor. Eso es algo de lo que pueden encontrar mucho mejores referencias en otros blogs especializados en esas temáticas.
Todos los mitos son un mito
Luego de estudiar diversas culturas, de diversas partes del mundo, Campbell llega a la conclusión de que en todas existiría una estructura básica que se referiría al mismo mito. Esto es lo que denomina el monomito.
Los protagonistas y las circunstancias de cada relato en cada cultura varían ampliamente, así como los valores que se intenta transmitir en cada uno de esas historias sagradas. Sin embargo, todas contendrían la idea de un héroe que debe realizar un viaje, que lo saca de su zona de confort y lo lleva a vivir experiencias fuera de su mundo conocido. Estas experiencias lo hacen adquirir nuevas capacidades, con las que vuelve a su mundo cotidiano fortalecido, y con habilidades nuevas, que puede (y debe) aplicar en él.
Campbell, usando algunos aspectos de la teoría psicoanalítica, comprende la estructura de estos relatos como la representación de un funcionamiento propio de la psique humana, cuyas bases se encuentran en nuestro inconsciente. Así, nuestras vivencias y desafíos, durante nuestra vida, los comprenderíamos y significaríamos a partir de este relato base.
El viaje del héroe
Campbell describe este viaje, considerando diferentes etapas que el héroe debe transitar. En cada una de ellas, describe personajes y situaciones que, en distintos relatos aparecen de forma sistemática.
Para la comprensión de cada fase, pone a disposición del lector un sin número de ejemplos, tanto de relatos sagrados de diferentes culturas, como de cuentos populares y otras narraciones propias de diferentes lugares. Muchos de esos ejemplos corresponden a cuentos que se suelen leer a los niños, y que forman parte del acervo de historias consideradas “para niños”.
Cómo inicia el viaje
El héroe (que aún no sabe que lo es), vive en su mundo cotidiano sin grandes perturbaciones. Hasta que se presenta una señal de que debe salir de ese espacio. Esta puede ocurrir por un problema que se presenta, un mensaje o llamado a ir más allá, una metedura de pata, etc.
En un principio el héroe se resiste a esta invitación, intentando preservar su entorno conocido, pero la llamada persiste y cada vez se hace menos posible mantener su mundo cotidiano.
La muerte de la madre en La Cenicienta, la rosa que aparece en el planeta de El Principito, el monstruo que quema la aldea en La Princesa Mononoke.
En cuanto el héroe acepta la llamada, o antes, aparece un guía o mentor, que puede ser representado por diversos personajes en cada historia.
Entonces el héroe, con la ayuda de este mentor, debe cruzar el umbral. Este umbral implica ir más allá de lo conocido, y así comienza la aventura.
Comienza la aventura
EL héroe encuentra aliados y enemigos, y se le presentan pruebas que debe superar. Esta es la etapa de iniciación.
Los tipos de pruebas que los diferentes relatos plantean, pueden hablar sobre la superación del ego infantil, la integración de diferentes aspectos de la personalidad, y otras tareas propias del desarrollo psicológico.
Por ejemplo, en La Princesa Mononoke, el príncipe Ashitaka observa la división en bandos de las personas que visita, simbolizados en la polaridad naturaleza e industria. Su misión poco a poco se va revelando, y consiste en lograr la integración de ambos opuestos.
O, en la película Intensamente, Riley debe integrar la emoción de la tristeza, y comprender su función dentro de su psique.
Campbell descifra el significado de las aventuras de soldados, reinas, caballeros y diferentes personajes- héroes, desde el punto de vista psicológico.
Se podría considerar la representación de una serie de batallas en los juegos de los niños, niñas o adolescentes, como una forma de expresar su agresión, potenciar su sentimiento de agencia, simbolizar situaciones de violencia vividas en su entorno cotidiano, etc.
La estructura del monomito amplía esta concepción (sin contradecirla), y permite la comprensión de estas luchas, como la representación de una lucha interna, entre diferentes aspectos del sí mismo.
El héroe regresa fortalecido
El viaje del heroe no termina con la superación de las pruebas. Para Campbell, esto correspondería a la primera etapa, en la que el protagonista de la historia se sumerge en las profundidades de su alma, y consigue acceder al tesoro (su potencialidad de transformación).
Por tanto, lo que sigue a esta etapa es regresar a su lugar de origen, y poner en práctica los dones adquiridos. Pero, así como ocurre con la llamada inicial, el héroe se niega aceptar este regreso.
Cuando el héroe recibe el tesoro, accede a un ámbito de conexión con un lugar de abundancia y placer completo (la cercanía con los dioses, el paríso, un sueño eterno, etc.). Resulta tentador quedarse allí. Pero el mito exige el regreso. La llamada a volver, tal como la llamada a partir, es insistente.
El camino de retorno puede implicar otro tipo de peligros, como cuando el tesoro es arrebatado y debe volver sorteando lo obstáculos que ponen las entidades a las que el tesoro les es arrebatado. Otras veces el héroe vuelve a través de una renuncia a su antiguo ser.
Otra de las razones por las que es dificil el retorno, es porque muchas veces el héroe trae el deber de transmitir un mensaje, comprendido en el viaje, a los humanos de su vida cotidiana. Esto lo enfrenta con la incomprensión y el potencial aislamiento.
La capacidad para hacer convivir los dos mundos (el de las profundidades y el cotidiano), representan el desafío de este periodo. O, en el caso de nuestros consultantes, la habilidad para desenvolverse en el mundo, una vez superada las pruebas de su desarrollo psicológico.
El viaje del héroe en la clínica
Un mapa para realizar el viaje
Cada mitología, leyenda o cuento popular, se refiere a algún aspecto de este viaje. Algunos enfatizan la fase de iniciación, otros se centran en la llamada. Algunos se enfocan en algún tipo de prueba específica.
Por eso resulta útil conocer el mapa completo. Desde mi punto de vista, esta concepción que desarrolla J. Campbell permite una orientación importante a la hora de escoger una narración para terapia. También sirve para comprender a qué se podrían estar refiriendo las narrativas que construyen los niños, niñas y adolescentes mediante sus juegos, escritura de cuentos, dibujos, pinturas, etc.
La descripción de esta estructura psíquica, realizada por Campbell, no sólo nos permite una comprensión de cómo opera nuestra mente, también nos propone un camino hacia la salud.
Sobre víctimas y héroes
Todas aquellas situaciones que sacan a nuestros consultantes de su zona de confort, los enfrentan a una disyuntiva: aceptar el desafío y luchar, o replegarse en una posición de víctima.
Asumir el desafío no es fácil, y muchas veces permanecemos en el dolor y la pérdida durante un largo tiempo. Es nuestro deber como terapeutas comprender este estado y las emociones que evoca. Sin embargo, nuestro proceso de sanación (y el de nuestros consultantes), pasa por aceptar el viaje.
Aunque estemos mucho tiempo encerrados en nuestro dolor, en algún momento aceptamos el desafío.
Cuántas veces en sesión han escuchado, como terapeutas “ya sé que este es mi problema, pero, cómo hago para resolverlo”. O cuántas veces nos hemos preguntado lo mismo sobre nuestros propios problemas.
La estructura del monomito como guía de acción terapéutica
Podriamos preguntarnos qué es, para cada caso, el mentor, el umbral a atravesar, los aliados y enemigos, las aventuras del desarrollo, la prueba final, la huida mágica, o el retorno al mundo ordinario.
Cada uno de esos aspectos tendrá paralelismos diferentes en cada proceso terapéutico. En cada uno diferentes elementos cobrarán más importancia. Pero estas preguntas nos pueden servir de guías.
También en diferentes cuentos populares y literatura infantil y juvenil moderna, se enfatizan unos aspectos sobre otros. Conocer esta estructura del viaje, y entender la forma en la que se despliegan en nuestros consultantes, nos puede servir de guía para escoger diferentes textos según lo que consideremos necesario explorar o trabajar.
Lo que significamos como terapeutas
Como terapeutas, acompañamos en este viaje a los niños, niñas y adolescentes con los que trabajamos. Pero en su propio viaje, desempeñamos, según mi reflexión, para cada uno un rol diferente.
Somos el mentor, el guardián del umbral, un aliado o incluso un adversario, su prueba final, su referente para el retorno. Quizás cumplamos más de un rol en diferentes momentos del proceso.
La literatura infantil y el viaje del héroe
La estructura básica del cuento consiste de presentación, nudo y desenlace. Esta estructura básica se acopla facilmente al viaje del héroe, pero no lo aborda completamente.
Observando diferentes cuentos infantiles se pueden evidenciar diferentes estructuras: algunos se atienen a esta forma básica y presentan un problema y su resolución. Otros se enfocan en la vivencia de diferentes aventuras. Otros en el encuentro con un guía, o en las consecuencias de no aceptar el viaje. Probablemente las interpretaciones que podamos hacer sobre qué aspecto del viaje del héroe aborda cada cuento, pueden ser también subjetivas.
En cuanto a los cuentos populares, se suele pensar que se ajustan más a este patrón o estructura.
Sin embargo, muchos relatos mencionados como ejemplos en este artículo, no son cuentos clásicos, y se ajustan. Esto, desde mi punto de vista, ratifica que esta estructura es inherente a todos los seres humanos. Aunque también puede reflejar el estudio de estos temas por los guionistas, escritores y desarradores de videojuegos. Para el caso ambas valen.
Esta estructura psíquica representa cómo organizamos en un nivel simbólico el proceso de enfrentamiento y resolución de desafíos vitales. Y en psicoterapia acompañamos en esos procesos a las niñas, niños y adolescentes que consultan.
Conocer cuentos, historias, películas y otras narraciones que mantengan esta estructura, y comprenderían, nos permite usar ese potencial simbólico de forma más consciente en nuestro trabajo como terapeutas.
Otra forma interesante de utilizar esta estructura, es la de inventar una historia heróica con los niños, niñas o adolescentes, en que se rescate su dolor, y se transforme en potencial sanador. En el artículo:Crear una historia de superhéroes para fomentar la resiliencia, diseñé una técnica para hacerlo, y una plantilla descargable
¿Una única forma de entender los relatos, mitos y otras narrativas?
Campbell, hacia el final de su libro El Héroe de las Mil Caras, explicita que no existe una sola forma de interpretar la mitología, las leyendas y cuentos populares. Deja claro que son válidad todas las formas en que los seres humanos nos hemos acercado a su comprensión.
Bibliografía
Joseph Campbell. El héroe de las Mil Caras. Editorial Atlanta.