No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta”
Vincent Van Gogh
¿Te gustaría mucho expresarte a través del arte, pero sientes que no eres bueno pintando, dibujando, no tienes muchos materiales, y te intimida una hoja en blanco?
En estos ejercicios para mejorar tu manejo emocional te cuento:
No es importante la habilidad o talento para expresarse artísticamente
Pero, aunque los que trabajamos con estas herramientas lo tenemos claro, el temor que este sentimiento de incapacidad genera, hace que mucha gente, que podría beneficiarse de estas herramientas, no se acerque a ellas.
Por eso, en este artículo, les quiero mostrar una serie de ejercicios simples, que permiten aumentar la conciencia de nuestras emociones, y así, mejorar la gestión que hacemos de ellas. Por supuesto, con herramientas de arteterapia.
Si quieres entender, de forma general, cómo las técnicas de arteterapia ayudan a la conciencia emocional, mira este artículo que escribí al respecto, en un post anterior.
Si ya lo leíste o quieres partir desde lo práctico, vamos manos a la obra con estos ejercicios de arteterapia para mejorar tu manejo emocional:
1- Me pasó en colores
Si vives algún evento particular, positivo o negativo (una discusión, una mala noticia, una buena noticia que te emociona, una conversación inspiradora, la enfermedad de alguien querido, etc.), date un tiempo, ese día, para reflexionar sobre lo ocurrido.
Ten cerca lápices o pinturas, y los materiales necesarios para usarlas.
Cierra tus ojos, y conéctate con lo vivido. Si quieres llorar, reír, o vuelves a sentirte enojado, está bien. Entonces, piensa en un color que te surge con esa emoción, o varios. Abre los ojos, toma los lápices o las pinturas, y pinta con ese color, de la forma que te surja.
Si estás enojado, probablemente querrás hacer trazos más marcados o gestos más rápidos con el pincel. Si estás triste, puede que necesites pintar de otra manera, etc.
Evita pensar en figuras particulares o formas para pintar, haz sólo manchas, con uno o más colores. Puedes llenar una hoja o varias. Hazlo hasta que te canses.
Observa cómo te sientes. Puedes escribir algunas palabras en una de las hojas que usaste, o sobre la pintura, que refleje tu reflexión final.
2- Mi espacio emocional
Toma una hoja en blanco, imagina que es el espacio de tu ser, en el que surgen y fluyen tus emociones. Date unos minutos para sentirlo ¿Cómo es ese espacio? ¿Qué colores tiene? ¿Qué formas? Si fuera una pintura ¿De qué tipo sería? ¿Realista? ¿Impresionista? ¿Abstracta? Si fuera una canción ¿Qué canción sería? Si fuera una textura ¿Sería suave, rugosa, áspera, blanda? ¿Sería un espacio frío o cálido?
Cuando tengas una imagen concreta, trasládala al papel. Puedes usar dibujo, pintura o pegar recortes, o una mezcla de todo eso, como tú prefieras.
Si te sientes de ánimo, al final puedes hacer un a pequeña reflexión de lo que este ejercicio
significó para ti, y anotarla, dentro de tu obra, o en un cuaderno aparte.
3- Conciencia emocional con colores (registro mensual)
Este ejercicio se prepara al principio de cada mes. Y consiste, en términos generales, en pintar, todos los días del mes escogido, un color que represente la emoción predominante de ese día en particular.
Si realizas esto en una plantilla prediseñada (puede ser un gráfico, dibujo, etc.), a fin de mes tienes un registro de colores de las emociones que sentiste
Si quieres saber más sobre este ejercicio, diseñé una plantilla y un manual de instrucciones, que puedes descargar aquí, de forma gratuita
También puedes ver este video, en que lo explico paso a paso:
Pingback: Cuando las palabras no bastan en psicoterapia - Paula Goñi
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